Nos volvemos a levantar a las 7:00 de la mañana, estamos en New York y tenemos que aprovechar al máximo el tiempo.
Siguiendo por la calle Broadway se llega al World Trade Center.
Siguiendo nuestra ruta llegamos a una pequeña iglesia, la de Sant Paul, que sirvió de refugio a los cientos de bomberos y voluntarios que participaron en las tareas de desescombro y rescate. La planta principal es un lugar de peregrinación donde se ven cientos de fotos, objetos y mensajes que se fueron dejando días posteriores a los atentados.
Hoy tenemos pensado ir a la Liberty Island y pasear por el Donwtonw, aunque antes pasaremos por las oficinas que El Corte Inglés tiene en el 500 de la 5º Avenida para contratar una excursión llamada "Contrastes".
Al lado de la oficina está la Biblioteca Pública, que como recordarán las aficionadas a "Sex on the City" es el escenario escogido por Carrie para contraer matrimonio. Desafortunadamente estaban restaurando parte de la fachada.
Para coger el ferry que te lleva a la estatua de la Libertad hay que ir a la estación South Ferry de la linea 1.
Igual que ayer en el Empire, nos hemos ahorrado una cola larga de la gente que compra allí directamente el billete pero no la que se forma cuando tienes que pasar por los detectores de metales (me pillaron el soplete que llevaba para traer un recuerdo a España de la estatua). Tras subir al Ferry nos dirigimos hacia la isla.
Cuando te encuentras de frente con la Estatua, aunque la imaginas más grande, no puedes evitar quedarte con la boca abierta mientras la miras. A mí me gustó muchísimo, la pena es que cuando nosotros fuimos aun no se podía subir a la corona.
Tras hacerme como 20 fotos con la estatua de la libertad..(por si no salía bien) volvimos al ferry, no sin antes pasar por la tienda de souvernirs que casualmente es la única manera de llegar de nuevo al muelle (aquí es muy fácil evitar el síndrome "necesito un sombrero con forma de corona") y tomar rumbo a Ellis Island, que era la principal aduana de la ciudad donde inspeccionaban a los inmigrantes que llegaban a Estados Unidos.
No bajamos a Ellis Island y volvemos directamente a Manhattan para empezar nuestro recorrido por toda la calle Brodway hacia Times Square.
Primera parada el toro de Wall Street, símbolo del optimisto, agresividad y prosperidad financiera y que según cuentan si quieres tener la misma prosperidad económica tienes que tocar sus partes nobles...(que si la teta de Julieta, las de Molly Malone....al final siempre es lo mismo).
Pasamos por la Trinity Church y rumbo a Wall Street para hacernos unas fotos bajo la Bolsa con deseos de que se nos pegue algo.
Siguiendo por la calle Broadway se llega al World Trade Center.
Aunque está todo tapado, una vez que estás allí te das cuenta de lo horrible que debió de ser lo que se vivió el 11 de Septiembre, la de familias que sufrieron y siguen sufriendo, y de lo fuera de lugar que te sientes con tú mochila, tú cámara y tus ganas de pasarlo bien.
Permanecer varios minutos en esta zona hace que te invada el sentimiento de tristeza que se nota en el ambiente.
Justo enfrente está la estación de bomberos número 10, donde tienen un relieve en bronce (para mi gusto demasiado explícito) donde se homenajea a todos los bomberos que murieron en los atentados.
Proxima parada, el Puente de Brooklyn, lo recorremos hasta la mitad, no lo cruzamos porque teníamos las piernas destrozadas y aún queríamos ir a Chinatown, Little Italy y el Soho.
En el puente hay unas vistas preciosas de Manhattan, y supongo que desde el otro extremo serán mejores, pero eso será para la próxima visita.
Lo pasé un poco mal, ya que en determinadas partes del puente, entre las rendijas de las maderas se ve el agua del río, y se ve muy lejos....y a mí esas alturas y saber que no tengo nada debajo no me inspira ningún tipo de confianza.
Pasamos la tarde paseando por Chinatown, donde compro un gato de esos que mueven el brazo, que además de feo me he enterado que ni siquiera son chinos que son de origen japonés (me gustaría ver la cara del policía de la aduana al ver el gato en la maleta), Little Italy, donde por fin y después de tres días me tomo el primer café decente de todo el viaje y el SOHO, lleno de tiendas...donde nada me tienta tanto como mi gato feo.
Antes de volver al hotel pasamos por Times Square para comprar entradas para ir a ver el "Fantasma de la opera" a Brodway. Hay un stand en el centro de Times Square, que forma unas escaleras rojas y es donde se compran las entradas a precios razonables con un 60% o 50% de descuento.
No tuvimos suerte y las entradas que quedaban no estaban bien situadas (venían con unos prismáticos de regalo ;) ), por lo que decidimos volver al día siguiente.
Acabamos el día tomando una pinta en una taberna irlandesa que tenemos al lado del hotel y donde nos piden el pasaporte para entrar, cosa que nos anima, porque hace tiempo que dejamos los 21 años aparcados.
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