Micenas, Nafplio y Epidauro, Día 6

Hoy es nuestro último día, y decidimos hacer una excursión a algunas ciudades que nos han recomendado. Como la excursión organizada por el hotel se ha suspendido porque no hay casi gente, decidimos alquilar un coche y arriesgarnos el tipo por las carreteras griegas.
Nuestro primer destino es Micenas,que era uno de los mayores centros de la civilización griega. El periodo de historia griega comprendido entre el 1600 y el 1100 a. C. se denomina micénico en reconocimiento a la posición de liderazgo de Micenas.
Actualmente, encontramos un yacimiento arqueológico, en el que destacamos la puerta de los leones, que era la entrada principal al recinto, el circulo real, un tipo de enterramiento y los Tholos, otro tipo de tumba, que por fuera recuerdan a las casa de los Hobbits, pero que son una verdadera obra de ingeniería, teniendo en cuenta el momento en el que nos situamos.

Puerta de los Leones

Círculo Real

Puerta de los Leones desde dentro

Tholos

Entrada al tesoro de Atreo

Nuestra segunda parada fue Nafplio, la que fuera la primera capital de la Grecia moderna, y de la que nos habían hablado muy bien. No disfrutamos mucho porque íbamos con un poco de prisa para llegar a ver el teatro de Epidauro.
Lo único que hicimos fue subir a la fortaleza Paladimi, construida por la república de Venecia entre los años 1711 y 1714, y que debe su nombre a Palamedes de Argos, hijo de Nauplio, que era uno de los héroes de la ingeniosidad proverbial.

Vista de la otra fortaleza de Nafplio, de caracter defensivo, llamada Burtzi

Nuestra última parada fue Epidauros, para ver su famoso Teatro.
A principios del siglo IV a. C., tenía lugar una fiesta panhelénica cada cuatro años en Epidauro, las Asclepeia, que combinaban pruebas gimnásticas y musicales. El teatro fue concebido por el arquitecto y escultor Policleto el Joven que lo situó a 500 m al sudeste del santuario de Asclepio, sobre un lugar que permitió adosar el koilon (conjunto de gradas) en el flanco de la colina. Los trabajos comenzaron hacia el 330 a. C. El teatro y el santuario fueron saqueados en 267 por los hérulos, después en 395 por los godos de Alarico I. Sin embargo, los estragos quedaron limitados. De todos los teatros antiguos, el teatro de Epidauro es el mejor conservado y está poco restaurado. La pinada con la que estaba recubierto consiguió que no fuera destruido. Hasta principios del siglo XIX, el teatro se consideraba desparecido. Después un viajero inglés, W. Gell, reveló el plano de las ruinas. Es en este mítico lugar donde la independencia de Grecia fue proclamada en 1822.

Tras estas visitas, decidimos coger el coche e intentar algún pueblo costero para ver la puesta de sol, pero no salió como esperábamos y terminamos, perdidos en un pueblo de Grecia, donde no había ni costa, ni puesta de sol.
Cenamos, y tras algunas dificultades para salir del pueblo, tomamos rumbo a Atenas, llegando sin problemas y sin rasguños en el coche.
Nuestro avión sale mañana a las 16:50, como las cosas por aquí están un poco movidas y han amenazado con huelgas de metro, saldremos con tiempo hacia el aeropuerto, por lo que por la mañana daremos algún último paseo por Atenas y vuelta a la vida real...