viernes, 28 de junio de 2013

Home sweet Home

Una de las primeras cosas que descubres cuando decides mudarte a Estocolmo es que encontrar una casa donde echar raíces es muy complicado.
Nosotros hemos tenido la suerte de tener un apartamento durante un mes para buscar casa, pero ¿qué hacer cuando no puedes buscar casa por tu cuenta si no es pagando?.
Por el momento estábamos esperando que la empresa donde se ha trasladado Mr. Grinch, nos enseñara pisos. Hoy ha sido el día. Nos han enseñado tres casas, ninguna cumple con nuestras expectativas, y aquí es donde empiezan los problemas.
Tenemos dos semanas para encontrar casa, en un país donde los únicos medios para buscar son de pago y donde hay una demanda brutal de casas.

Esta mañana cuando hemos ido a la oficina de la empresa que nos ha enseñado los pisos, nos han dado una charla poco motivadora y de lavado de cerebro para intentar convencernos de que lo que nos iban a enseñar es lo que hay, que saben que es caro, y que no esperáramos milagros.

Hemos empezado la búsqueda con la frase de cabecera de la chica que nos lleva a las diferentes casas































Y digo yo, si lo de hoy era lo mejor...
La cuestión es que vas toda positiva, repitiendo el mismo mantra desde anoche, confiando en que vas a 
encontrar una casa decente para vivir, y de repente y sin darte cuenta has viajado en el tiempo y tienes a Antonio Alcántara enseñándote casas de los 60, qué de los 60, de los 50. En ese momento piensas, "bueno a lo mejor son viejunas y ahora que se lleva lo vintage triunfo con una casa estilo Nuevo Versalles", pero no, no he tenido esa suerte.

La primera casa, 56 metros, el barrio muy buena pinta y con vidilla. Nada mas entrar el olor a lejía casi nos mata y una primera vista de una habitación con mantas y un colchón en el suelo nos ha hado la bienvenida. Estaba todo tirado porque los inquilinos anteriores estaban haciendo la mudanza. La verdad, no es nada atrayente verte viviendo en una casa en la que está todo tirado por el suelo. El baño con azulejos hasta en el techo, cada uno de un color y una bombilla de esas con forma de vela. La cocina con el suelo de sintasol, azul, "muy moderno" a juego con los muebles de la cocina y las puertas de los armarios de toda la casa.
El salón se salvaba salvo porque también tenía el suelo de sintasol, imitando la madera, que se estaba empezando a levantar por las esquinas.

Salimos del piso y prefiero no hacer comentarios, esperando que el segundo piso sea un poco mejor.




Segundo piso, 40 metros, en mitad de un bosque y la única tienda cercana es una 24 horas.
Entramos al apartamento,"ohhh dios mio, este es el piso de soltera de la madre de Antonio Alcantara" Salón pequeño, una mesa con cuatro salvamanteles floreados, una estantería y un sillón con estampado de flores, "muy vintage" dirían algunos. La habitación al lado de la cocina, que no hace falta que te levantes de la cama para tomarte el café porque no hay puerta y con estirar la mano es suficiente.
El baño deprimente, pequeño, el lavabo es el spa de David el gnomo...y se le queda chico.
Cuando he salido del piso la única frase que he podido decirle a mi Antonio Alcántara particular ha sido si él viviría ahí. Como era de esperar se ha hecho el sueco.


Tercer y último piso, la zona no estaba mal, pero no había tiendas cerca. Eso es un problema, básicamente porque necesito comer y no tengo coche.
Entramos al portal y de repente vemos un ascensor viejísimo. Ya sabemos lo que nos espera, bajón total. Entramos al piso y volvemos a viajar al pasado, no aguanto más y tengo que entrar al baño a echar una lagrimilla porque esto me supera.
Lo único que pienso es en mí preciosa casa de Madrid y en las mierdas que me están intentando colar por el módico precio de 1500€.
Antonio Alcántara pregunta y me hago la sueca, supongo que ha pillado que no me la cuela, por mucho que me diga que "esto con muebles del Ikea gana mucho".
Voy de vuelta al apartamento temporal, sin saber si tendré una casa decente o me tendré que resignar a viajar en el tiempo.

Ohh! Totó... Esto definitivamente no es Kansas y no hay lugar como el hogar...


4 comentarios:

  1. Vaya...Lo siento mucho. A ver si tienes más suerte en los próximos días. Buscar casa es una odisea en cualquier sitio, pero no sabía que en Estocolmo fuera especialmente difícil. Ya nos contarás.

    Besos.

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  2. Jo...no sabes lo que lo siento... y ¡¡¡lo que te entiendooooooooooo!!! En España nos quejamos de muchas cosas y, desde fuera, nos critican mucho y nos ven... ya sabes... con eso de "África empieza en los Pirineos", pero cuando empiezas a ver sintasol, cocinas de la segunda guerra mundial y baños con agujero en lugar de retrete (que eso lo he visto yo en Francia), te das cuenta de que estaremos sin civilizar en muchas cosas, pero en algunas otras...como que llevamos ventaja.
    Seguro que tendrás que ver muchas casas, pero al final encontrarás una decente y conseguirás ponerla monísima :D
    ¡¡suerrrrrrrte!!

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  3. Lo que está claro es que aquí nadie vive debajo de un puente. Hoy hemos visto un piso que no estaba mal, por lo que hay esperanza chicas¡¡
    Gracias por vuestros ánimos¡

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  4. Ey, pues ánimo, y suerte con la búsqueda! Y es verdad lo que dice Merlucy, el que ha salido por ahí y visto un poco de mundo y quien ha venido a vivir aquí desde fuera, sabe que en España en realidad se vive muy bien (unos mejor que otros, sobre todo ahora..., pero en general, bien). No me extraña que con las viviendas pase lo que con los hoteles, aquí son mucho mejores.
    Bsitoss

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