Seguimos en Kyoto, hoy toca ir a ver el Pabellón Dorado o Kinkaku-ji. El Pabellón es un edificio de tres plantas ubicado en los terrenos del templo. Las dos plantas superiores del pabellón están recubiertas con hojas de oro puro. El primer piso, llamado la Cámara de las Aguas, (Shinden-zukuri), en estilo palacio imperial, evoca la clásica decoración japonesa modulada. Es básicamente una gran habitación rodeada por una baranda. El segundo, llamada la Torre de las Ondas de Viento (Buke-zukuri), es de estilo samurai, un recinto cerrado y con una baranda alrededor que alberga al Bodhisattva Kannon. El tercero, con ventanas, es de estilo templo Zen, y es llamado Kukkyoo-choo, y que alberga una triada de Budas y 25 figurillas Bodhisattvas.
El pabellón funciona como un shariden, guardando las reliquias del Buda.
Aviso¡¡ Las de las fotos no son Geishas, pero cuela¡¡
Tras la visita al pabellón nos vamos al Fushimi Inari taisha, un templo conocido porque el camino que conduce hasta arriba esta repleto de los peculiares toriis de color rojo intenso y porque forma parte de una de las secuencias más bonitas de la película "Memorias de una Geisha".
Lo Toriis de Fushimi fueron donados por particulares, familias y empresas esperan con ello complacer a Inari, un espíritu protector que les ayudará a tener buena cosechas, dinero y a que la comida nunca falte en casa. Las personas menos pudientes hacen donaciones de aguardiente de arroz o sake.
Seguimos nuestro camino y llegamos a Nara, la que fue antigua capital de Japón y donde está el templo budista Tōdai-ji, que alberga la escultura de buda más grande de todo Japón, (el segundo es el de Kamakura).
Como curiosidad, decir, que todo el recinto donde están los templos está invadido por ciervos sika, los cuales campan libremente por toda el área. Estos ciervos son muy populares en Nara y los habitantes y lugareños de la zona venden todo tipo de complementos con la cara de un ciervo como símbolo de la ciudad, (la ciudad está llena de imágenes de Buda con cuernos de ciervo)
Regresamos a Tokyo, llegamos tarde, por lo que decidimos cenar algo rápido e irnos al apartamento.
Mañana es día de compras, por lo que necesitamos fuerzas para buscar por la multitud de tiendas y puestos que hay por Tokyo.
El pabellón funciona como un shariden, guardando las reliquias del Buda.
Aviso¡¡ Las de las fotos no son Geishas, pero cuela¡¡
Tras la visita al pabellón nos vamos al Fushimi Inari taisha, un templo conocido porque el camino que conduce hasta arriba esta repleto de los peculiares toriis de color rojo intenso y porque forma parte de una de las secuencias más bonitas de la película "Memorias de una Geisha".Lo Toriis de Fushimi fueron donados por particulares, familias y empresas esperan con ello complacer a Inari, un espíritu protector que les ayudará a tener buena cosechas, dinero y a que la comida nunca falte en casa. Las personas menos pudientes hacen donaciones de aguardiente de arroz o sake.
Seguimos nuestro camino y llegamos a Nara, la que fue antigua capital de Japón y donde está el templo budista Tōdai-ji, que alberga la escultura de buda más grande de todo Japón, (el segundo es el de Kamakura).
Como curiosidad, decir, que todo el recinto donde están los templos está invadido por ciervos sika, los cuales campan libremente por toda el área. Estos ciervos son muy populares en Nara y los habitantes y lugareños de la zona venden todo tipo de complementos con la cara de un ciervo como símbolo de la ciudad, (la ciudad está llena de imágenes de Buda con cuernos de ciervo)
Regresamos a Tokyo, llegamos tarde, por lo que decidimos cenar algo rápido e irnos al apartamento.
Mañana es día de compras, por lo que necesitamos fuerzas para buscar por la multitud de tiendas y puestos que hay por Tokyo.
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