lunes, 5 de diciembre de 2011

Atenas, día 3

Hoy, en principio, teníamos pensado ir al museo del Acrópolis, pero nos lo hemos encontrado cerrado. Ahí ha sido donde nos hemos dado cuenta que como en la mayoría de capitales europeas los lunes cierran los museos, por lo que nos hemos ido hacia el ágora de Atenas.

El ágora era el centro de la actividad comercial, social y política de la antigua ciudad de Atenas. Un amplio espacio abierto, flanqueado por una acumulación de edificios públicos, los cuales desempañaban diferentes funciones.

Como centro de gobierno era, entre otros, el lugar donde los atenienses se reunían para discutir sus leyes y decidir el futuro político de su ciudad, el cual solía depositarse en manos de aquellos que mejor dominasen la oratoria, el arte de convencer. 

Como recinto el ágora era un lugar sagrado. Allí se encontraban templos dedicados a los dioses olímpicos, a Hefestos, a Zeus y a Apolo. También estaban los tribunales donde se celebraban juicios y donde se condenó a pena de muerte, entre otros, a Sócrates por, según sus acusadores, corromper a los jóvenes e introducir dioses nuevos.

Su vitalidad era aumentada por la Vía de las Panateneas o Panatenaica (nombre antiguo), la carretera principal para acceder a Atenas, y que en ocasiones fue el escenario principal de la procesión que la cruzaba durante las fiestas de las Panateneas.

La Stoa del ágora era usada para poner los puestos o simplemente para debatir y conversar si la climatología era adversa, tanto por lluvia, como por calor.


Betty en el Templo Hefestión, el mejor conservado del mundo griego...Tanto que cuando lo vi ayer desde lejos pensé que era algún edificio restaurado.


La otra Betty...


Hemos vuelto paseando al barrio de Plaka y hemos entrado a uno de los bares más famosos de la zona, el Brettos. Por lo que nos ha contado el dueño, data de 1909, y su actividad principal es hacer licores de todos los sabores posibles que te puedas imaginar, brandy y vino.
Nosotros para no hacer el feo, hemos tomado cerveza de la tierra y dos vasos de licor, uno de caramelo y el otro de coco.




Tras tomar todo esto en ayunas, y con unos coloretes más rojos de lo normal, hemos ido en busca del teleférico para subir al monte Lekavitós, el más alto de Atenas y desde el que tienes unas vistas privilegiadas de la ciudad.


Después de las vistas desde el monte, hemos dado un paseo hasta una parada de metro y hemos vuelto al hotel para reservar la excursión para mañana, que consiste en un mini crucero de un día por tres islas, Aegina, Poros e Hydra. Mañana ya os contaré qué tal.



1 comentario:

  1. Que fotos mas chulas y como te lo curras!!! Muchas gracias por compartir este pedazo de viaje. Btw como me he reido con el detalle del cuidado de paquetes! Ja ja ja!!!
    Besicos Regina Falange.

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